Almendras
La reina de los frutos secos. Es uno de los frutos secos con más alto contenido en magnesio, calcio y fósforo lo que ayuda a mantener la salud ósea. Por otro lado, su alto contenido en ácido fólico las hace imprescindibles en la dieta de mujeres embarazadas.
Absolutamente imprescindibles en cualquier dieta, principalmente en la vegetarianas y veganas.
Existe una gran variedad de almendras, siendo la almendra Marcona la de más alta calidad, encontramos también la Largueta, Guara, Ferragnes, Desmayo y Non pareil, las más conocidas.
La Almendra se puede comer en cualquier momento del dia, y muy recomendable el consumo de una puñado de almendras en el desayuno o almuerzo para ayudar a afrontar el día con energía
En cuanto a presentaciones, en el mercado podemos encontrar almendras crudas, tostadas, fritas, garrapiñadas, con la cascara, con piel o sin piel.
En función de su aplicación, la Almendra puede estar entera. molida, como harina de almendra, en granillo, palitos o laminada que se utilizan principalmente para incorporar en postres o repostería y también se puede consumir como ingrediente o para elaborar crema o leche de almendra.
Por cada 100 Gr* aportan más de 20 G de proteínas y contiene 4,2 miligramos de hierro
Anacardos
Al igual que los pistachos, los anacardos aparecieron en nuestras vidas para consumirlos como un aperitivo, en este caso fritos con sal, y si bien así están deliciosos, cada vez más los encontramos crudos, resultando igual de irresistibles y mucho más saludables.
Entre sus propiedades destacan por ser una importante fuente de magnesio, selenio y vitaminas.
Actualmente es uno de los frutos secos que más se utilizan para elaborar leche vegetal y también para incorporar troceados en ensaladas o en postres.
Por cada 100 Gr* aportan más de 18 G de proteínas y contiene 2.4 miligramos de hierro
Avellanas
Junto a las almendras y las nueces, son los frutos secos por antonomasia.
Las avellanas se presentan básicamente crudas o tostadas, con o sin cascara. Y una pequeña ración nos aporta una gran dosis de lípidos monoinsaturados, que ayudan a regular los niveles de colesterol malo y los triglicéridos.
Al igual que otros frutos secos, las avellanas se pueden incorporar en picadas para espesar guisos, en repostería y en postres. Y como no, con chocolate, para la elaboración de cremas de cacao.
Por cada 100 Gr* aportan más de 15 G de proteínas y aporta 4,2 miligramos de hierro