Aunque a priori relacionamos los frutos secos como un producto calórico y en consecuencia, que engorda, no se puede estar más equivocado. De hecho, hay estudios que avalan que introducir frutos secos naturales en nuestra dieta ayuda a mantener el peso y aportan múltiples beneficios.
Es cierto que son productos con muchas calorías, pero su aporte en nutrientes, minerales, fibra, vitaminas o proteínas los hacen indispensables en una dieta sana, manteniendo un consumo en cantidades adecuadas. Es decir, que no es necesario eliminarlos de las dietas, solo se debe cuidar la cantidad, recomendándose un consumo de unos 30 gr / 40 gr diarios, lo que viene a ser un puñado.
Como hemos mencionado, hay muchos estudios con resultados positivos, que relacionan el consumo de frutos secos con el control del peso y también existen estudios que los relacionan con un mejor control de la diabetes, con el buen desarrollo neuropsicológico a largo plazo en niños cuyas madres consumieron frutos secos naturales durante el embarazo y, gracias a su alto contenido en grasas saludables, con la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Incluir diariamente una dosis moderada de Almendras, Avellanas, Pistachos, Nueces, Anacardos, Coquitos y otros Frutos Secos naturales en nuestra dieta y en la de nuestros hijos en edad de crecimiento, sobre todo en el desayuno y el almuerzo ya que son la bomba energética más saludable, que da la fuerza necesaria para afrontar la jornada y que ayudará a saciarnos y así evitar la ingesta de otros productos procesados o con calorías vacías
La recomendación es siempre, mantener una vida activa y realizar ejercicio físico adecuado, una dieta sana y un consumo responsable de cualquier producto, porque “en la dosis está el secreto”